BELéN RUEDA HA LLEVADO EL VESTIDO MáS ELEGANTE DE LA PRIMAVERA (Y PUNTO)

Cuando Belén Rueda pisa una alfombra roja lo hace con todas las de la ley, con todo el derecho de su parte, y con la confianza que otras apariciones estelares sobre el mismo medio le han otorgado. Y si a esta predisposición añadimos una lista de diseñadores en la que se encuentran nombres como Carolina Herrera o Lorenzo Caprile, un vestido a la altura del evento en cuestión está más que asegurado. Volantes, colores contundentes, tul de seda o un escote a la espalda bien profundo, no hay elemento por excesivo o llamativo que sea que la actriz no defienda con elegancia, y así ha sucedido, otra vez, durante su última aparición.

La celebración de los premios Sant Jordi 2024 ha sido el evento escogido por Belén Rueda para dejar dos cosas claras en lo que a vestidos de alfombra roja se refiere: la primera, que efectivamente el miedo no está en su vocabulario, y que si hay que llevar mezcla de tejidos, colores estridentes o lo que haga falta, ella y su imponente metro y setenta y dos centímetros están más que dispuestos; la segunda, que el estilo minimalista también forma parte de su vocabulario, y que de hecho se atrevería incluso a pasarlo por su particular filtro, tal y como ha hecho en esta ocasión.

El vestido que nos ocupa pertenece sin duda a la sección más clásica del armario de la actriz. Un modelo blanco con escote barco y abertura lateral que además cuenta con parte superior de tul que cubre la piel que deja al descubierto el mencionado escote y finaliza en un lazo alrededor del cuello. Puede que sea este detalle y no otro el que convierte el a priori vestido clásico de la actriz en un modelo no del todo clásico y minimalista. Las dos versiones de Belén Rueda en el mismo look, donde también ha aparecido, fruto de esta mezcla, el vestido más bonito de lo que llevamos de primavera.