BOXY FIT O SILUETA CUADRADA: QUé ES Y POR QUé TODAS TUS CAMISETAS Y CAZADORAS DEBERíAN TENER ESTE CORTE
Meditándolo fríamente, nuestro vestidor no se ve únicamente condicionado por las prendas que lo conforman, sino también por los cortes en los que estas mismas se presentan: boxy fit, oversize fit, slim fit, regular fit, loose fit, muscle fit, etc. No tanto por un tema de diseño -que también, puesto a que la diferencia principal de una misma prenda en dos siluetas diferentes está en las proporciones de su confección-, sino también por una cuestión de contexto. Piensa en una camisa de algodón blanca de corte regular, cláusula sine qua non en el uniforme de oficinista o durante la temporada BBC (bodas, bautizos y comuniones) y, en contraposición, en una camisa de algodón blanca de hechuras generosas, que sobre el asfalto admite la compañía de unos vaqueros relajados y unas zapas retro. Ahora hablamos del mismo idioma, ¿verdad?
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Sin embargo, en este repertorio de cortes disponibles en el armario masculino, es posible que te hayas topado con una silueta con la que estés menos familiarizado, puesto a que su presencia en nuestro guardarropa es relativamente reciente -o, al menos, lo es de manera más obvia-. Porque incluso el menos leído en moda sabe que el oversize fit noventero se caracteriza por un tallaje generoso o incluso exagerado, mientras que el slim fit funciona como el punto intermedio entre el ancho estándar y el skinny, el más encorsetado de todos. Pero... ¿qué es exactamente el boxy fit? Y más importante aún: ¿por qué deberíamos incorporarlo en nuestro ropero, si es que todavía no forma parte del mismo?
Para suerte de todos los aquí presentes, la explicación del corte boxy es tremendamente sencilla, a diferencia de ciertos términos y determinadas tendencias de la industria de la moda cuya comprensión y articulación requieren en ocasiones de un esquema (¿quién recuerda todavía la confusión del camp, temática sobre la que se fundamentó la Gala MET del año 2019?). Boxy, término inglés, se traduce al español como “en forma de caja”. ¿Qué forma tienen mayormente las cajas? Cuadradas. Por lo tanto, las prendas que presumen de una silueta boxy son aquellas cuyo cuerpo tiene literalmente la forma de un cuadrado, por lo que las medidas de su ancho y su largo son las mismas. No tiene más misterio, prometido.
Curiosamente, si bien es ahora cuando estas están dominando las guardarropías a lo largo y ancho del globo terráqueo, las prendas cuadradas o boxy fit no son un invento precisamente contemporáneo. Tal y como recoge Marilú Almaguer, colaboradora de moda de la edición española de Glamour, se pueden encontrar las primeras muestras de este corte en los huipiles, término que hace referencia a las blusas o vestidos tradicionales de los indígenas y mestizos de Centroamérica, del México prehispánico -es decir, anterior a la colonización española orquestada por Cristóbal Colón entre 1519 y 1521- y en los dashikis, prenda de origen africano muy popular en Tanzania, Kenia y Somalia que destaca por una colorimetría llamativa.
Sin embargo, la introducción del boxy en el mundo de la moda no se dará hasta principios del siglo XX (y, con todo y con eso, tampoco será de la manera en la que la entendemos en 2024). Hasta los años 20, más concretamente, era en la que Coco Chanel y Paul Poiret instaurarán el conocido como estilo flapper, que liberaró a las mujeres de las vestiduras encorsetadas del siglo XIX en pro de estructuras fluidas y rectangulares que desafiaron el sex appeal femenino impuesto previamente.
Si bien la figura de reloj de arena regresará dos décadas después a causa del New Look de Christian Dior, quien buscó recuperar el glamour previo a la I Guerra Mundial y, con él, los cuerpos ajustados y las cinturas de avispa acentuadas mediante faldas de vuelo; estos tallajes rectangulares regresarán en los años 60 de mano de Paco Rabanne y Pierre Cardin, articuladores de una moda de inspiración futurista. Será durante los años 80 con el boom del fitness y los años 90, época dorada para la versión primigenia del streetwear, cuando este fit tome la calle hasta el mismo día de hoy, donde lo encontramos plasmado en camisetas, sudaderas, cazadoras y camisas de numerosas marcas practicantes como Frankie Shop, Phipps, Uniqlo, Amiri y las españolas Nude Project y Eme Studios.
Es aquí y ahora, eso sí, cuando llega la hora de plantearse la Gran Pregunta: ¿por qué deberíamos decantarnos por el boxy fit? Lo diremos en muy pocas palabras, sobre todo porque la explicación es tan convincente que no precisa de extensión: porque es el que mejor sienta. Sí, lo aseguramos sin miramientos.
La razón es puramente matemática: si bien la confección de estas prendas es holgada, también está perfectamente proporcionada. Y al estar perfectamente proporcionada y por ello tener la misma extensión -o prácticamente- en vertical que en horizontal, además de presentar un largo reducido en comparación con la ropa de tallaje estándar; este corte potencia los hombros a la vez que alarga visualmente las piernas. ¿Nuestro consejo? Para no romper la simetría, evita los pantalones extremadamente anchos o extremadamente estrechos y recurre a modelos de fit recto.
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