Charlene de Mónaco es otra de esas mujeres de la realeza que han elegido comodidad (y salud) sobre protocolo a la hora de calzarse. Y es que el reino de los stilettos está en franca decadencia y, cada vez más, royals y no royals son conscientes de que pueden llevar zapatos relativamente bajos sin perder un ápice de elegancia. Era un acto diurno de modo que quizá más confort y libertad de movimientos, si bien la Princesa solía llevar tacones muy altos de forma habitual. Los salones que ha llevado en este evento tienen unos tacones increíblemente sensatos pero, a la vez, elegantes como pocos. Sí, bienvenidas todas al siglo XXI.
Era un día en el cual tocaba caminar sobre césped y pistas deportivas, además de pasar tiempo de pie. Charlene eligió unos vaqueros pitillo de bajo crop (ojo a esta prenda durante la primavera, que hay que tenerla muy en cuenta), una camiseta sencilla y una americana beige de rayas verticales. En sus pies, llevó unos salones de color camel, firmados por Manolo Blahnik, acabados en punta y con un interesante tacón mini que no elevaba más de 5 centímetros. Visten muchísimo pero son, a la vez, todo comodidad.
Se trata de un modelo de una temporada pasada llamado Homeraso, ya agotado. Pero cómo ha debido ser su éxito para que la marca -conocida por sus stilettos- haya editado uno muy similar para esta primavera, llamado Silierasopla.
También en un marrón neutro muy combinable, tienen la puntera algo menos ajustada, su tacón es de tipo bloque y de 5 centímetros exactos. Un zapato que es puro lujo silencioso pero que ha nacido para caminar, para el día a día y, en definitiva, para vivir.
Quizá los Silierasopla de Manolo Blahnik no están al alcance de muchos bolsillos pero la tendencia está clara: el tacón elegante será bajo o no será.
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