LA INVITADA CON EL VESTIDO MáS CLáSICO, CORRECTO Y ELEGANTE ES EL MEJOR MOMENTO (DE MODA) DE LA MET GALA 2024

La Met Gala 2024 será recordada por mucho motivos, pero la presencia aplastante de vestidos clásicos no será uno de ellos. El dress code obliga, desde luego, y si el mismo afirma que la idea es lucir estilismos que reivindiquen lo efímero de la moda, así como su vínculo con la naturaleza para elaborara la metáfora definitiva, pues entonces no queda más remedio que ceñirse a estas líneas. Hay tiempo de sobra, que no cunda el pánico. El tema en cuestión se desvela meses antes de la celebración y diseñadores y musas cuentan con muchas semanas para investigar y probar. Eso sí, aquellas que decidan vestirse tal y como quieran o tal y como habitualmente hacen, están en su pleno derecho.

Y luego también las hay que se esfuerzan por llegar a todo, por acatar el libro de estilo de la gala y verse y sentirse guapas al mismo tiempo. Todo a la vez en todas partes. El reto no es fácil, pero hay quien lo consigue con una naturalidad a priori aplastante, como recién levantada de la cama y con dos tostadas para desayunar. Tal y como le ha sucedido a la actriz Phoebe Dynevor (Los Bridgerton).

No sabemos cómo lo ha hecho y tampoco queremos saberlo (mantener el misterio es importante), pero su maravilloso vestido de Victoria Beckham combinado con su exquisita piel y un moño que desprendía sencillez han creado un look difícil de olvidar. En su falta de pretensión encontramos precisamente la clave de su brillo, de su innegable elegancia. La actriz ha logrado lo que en 2024 parece imposible: ser clásica sin renunciar a cierta vanguardia y al estilo personal. El vestido en cuestión, un complejo diseño de color beis que dejaba y no dejaba ver el cuerpo de Phoebe y escondía detalles florales en los rincones más insospechados, estaba 100% dentro de los requisitos que se pedían a los looks de esta edición de la Gala Met: detalles relacionados con la naturaleza, con el pasado y con lo efímero del sistema y de la vida en general. ¿Acaso hay algo más efímero que un vestido que de tan ligero y delicado ni se percibe?

Y lo curioso del asunto es que buscando eso, el instante, lo que se ve y no se ve, Phoebe Dynevor ha alcanzado cierta trascendencia. Al menos entre quienes han hallado en su vestido todas las respuestas.

2024-05-07T03:25:28Z dg43tfdfdgfd