¿POR QUé LAS CELEBS DE HOLLYWOOD HAN VUELTO A LOS BáSICOS DE LA MANICURA? DEL SECADOR DE ANISTON AL ESMALTE ROJO DE HAILEY BIEBER

Puede que las tendencias de maquillaje o peluquería tomen como referencia los looks más exuberantes de la década de los 90; sin embargo, en lo que a manicura se refiere, los esmaltes más discretos y clásicos son los que comienzan a hacer ruido.

Las alfombras rojas de la temporada de premios nos han demostrado que los largos razonables y los colores homogéneos son la opción preferida de las celebrities del momento (a excepción de las manicuras-obra de arte de Lizzo). Zendaya, Kaia Gerber o Hailey Bieber, iconos de la Gen Z y creadoras de tendencias, han adaptado sus uñas para que no ocupen un discreto segundo plano, sino que acompañen a sus looks. Pero no todo en este regreso a los básicos hace referencia a las formas almendradas, los largos naturales y las lacas de uñas sencillas, las técnicas de esmaltado también se simplifican.

Prueba de esto es por ejemplo el truco -más antiguo de la historia- con el que Jennifer Aniston conseguía que todo el mundo hablara de su pedicura. La actriz compartía un reel en Instagram en el que mostraba su día a día durante la promoción de su última película, ‘Criminales a la vista’, y en unos segundos el vídeo mostraba a la actriz secándose el esmalte de las uñas de los pies con un secador de Ghd.

Jennifer Aniston, secando el esmalte de su pedicura con un secador Ghd. (Instagram/@jenniferaniston)

Lo que muchas cabeceras calificaban de trucazo nos recuerda, sin embargo, al recurso más socorrido para acelerar el secado de la laca de uñas cuando el tiempo apremia. Jenn, además de mostrar este costumbrismo beauty, reforzaba la teoría del regreso de los esmaltes tradicionales y las manicuras y pedicuras en casa, frente a los acabados semipermanentes o los acrílicos.

Pero eso solo es la punta del iceberg del regreso de las manicuras tradicionales. En realidad, la tendencia del ‘back to basics’ es bastante más evidente en el color y el tipo de esmaltado de las celebrities. Asistimos a la vuelta del rojo, el rosa empolvado que Isabel II aprobaba en su reinado o las manicuras francesas más minimalistas y sin contrastes.

Regreso al esmalte rojo

Todo lo que Hailey Bieber toca se convierte en tendencia o, al menos, en look viral que las redes sociales replican una y otra vez. Su rutina para cuidar la piel, su maquillaje, sus cortes de pelo o coloración… Así que cuando apareció con su habitual maquillaje y su bob expensive brunette en la fiesta que 'Vanity Fair' organiza tras los Oscar, solo hubo un elemento beauty que sorprendió en su look: sus almendradas uñas esmaltadas en rojo. Sin más. No había ningún tipo de aderezo, ni glitter ni brillo gloss.

La manicura de esmalte rojo de Hailey Bieber en la fiesta de 'Vanity Fair'. (Getty/Amy Sussman)

El tono exacto del esmalte era un rojo vibrante, carmín, como salido de los años 40. La sobriedad de todo el estilismo las hacía resaltar por encima de cualquier otro elemento del look. Pero lo importante es que la laca de uñas se ha convertido en uno de los nuevos básicos de la influencer. La forma de la uña, sobrepasando ligeramente el dedo y limada para crear una forma almendrada, junto con el color homogéneo del esmalte creaban la sensación de unos dedos más largos y estilizados.

La responsable de poner de moda las glazed nails (o manicura grlaseada) cambiaba el rumbo de las manicuras, pasando del 'más es más' en pro de los diseños clásicos, discretos y elegantes.

Regreso al rosa discreto

Pero Hailey Bieber no es la única celebrity en este movimiento hacia las manicuras básicas y clásicas. Zendaya, actriz capaz de estar en las películas más taquilleras del año o lucir los diseños de la alta costura con la naturalidad de quien pasea por su casa, es también una auténtica influencer de la belleza. Puede que su melena bob retro haya sido su más reciente aportación, pero en lo que a manicura se refiere, mientras otras compañeras de generación lucían manicuras acrílicas y diseños superelaborados, Zendaya siempre apostaba por esmaltados muy sencillos, para que sus uñas, a pesar de estar cuidadas, no le robaran el protagonismo a ningún elemento del look.

La manicura de Zendaya en los Emmy. (Getty/Frazer Harrison)

Uno de sus básicos más efectivos es el rosa discreto, un tono traslúcido que requiere varias capas de esmalte para lograr cierta opacidad y brillo y que se parece mucho al mítico Ballet Slippers de Essie que la desaparecida reina de Inglaterra incluía en su lista de recomendaciones beauty. En el caso de las uñas de Zendaya, Marina Dobyk, su manicurista de confianza, revelaba que para crear ese efecto luminoso y natural, aplica primero el esmalte CND Play Base Coat (ya retirado), seguido del CND Shellac Backyard Nuptials.

El nombre del esmalte de uñas, algo así como ‘boda en el jardín de detrás’, deja claro que su discreto tono rosa está especialmente pensado para manicuras de novias, además de ser perfecto para llevar a cabo la manicura ‘clean girl’, una de las tendencias más potentes de la primavera.

Para que las cutículas y la piel lucieran igual de lustrosas, la manicurista terminaba el trabajo aplicando también el Satin Oil de Dytique en las cutículas y la crema Hand Lotion de Byredo. Un tratamiento de lujo.

La manicura de esmalte negro de Zendaya en los SAG Awards. (Getty/Frazer Harrison)

Los esmaltados uniformes se han convertido en la manicura predilecta de Zendaya, que sí se atreve a cambiar el color de la laca de uñas, pero nunca modifica ni largo, ni forma, ni acabado.

Manicura francesa y esmaltes nude

La resaca de los Premios Oscar continúa, al menos en el terreno de la moda y la belleza, y es ahora cuando comenzamos a darnos cuenta de que la discreta manicura de Kaia Gerber para acompañar a su pareja, Austin Butler, a la afterparty de 'Vanity Fair' ni era tan sencilla ni era una manicura para una sola noche.

Kaia Gerber, en la fiesta de 'Vanity Fair'. (Getty/Amy Sussman)

Su manicurista, Natalie Minerva, explicaba hace unos días en Instagram que se trataba de una manicura ‘milk bath’, es decir, baño de leche. Detrás de ese acabado difuso y que parecía hecho con un par de capas de esmalte de uñas claro, había una clara intención de crear el efecto de una manicura francesa en la que no se apreciaran cambios de color. ¿Igual que las uñas baby boomer que difuminaban el paso del rosa de la base al blanco del borde libre? No, jugando con la transparencia de la propia uña.

Asistimos así a la creación de una nueva manicura francesa. El gran clásico -y en muchas ocasiones muy hortera- de las uñas de los años 90 se suaviza gracias a la técnica de las milk bath. Para lograrlo, la manicurista aplicaba primero una capa del Samoan Sand de OPI de tono anaranjado, sobre el cual extendía el Bubble Bath de la misma marca. Al combinar ambos colores, lo que pretendía era corregir el tono y adaptarlo al tono de piel de la modelo. Al ser las dos capas de esmalte no demasiado opacas, dejaban cierta transparencia con la que se intuía por debajo la parte blanca de la uña, fingiendo un acabado de manicura francesa.

Otra forma de recuperar la manicura francesa nos la enseñaba, por ejemplo, Jennifer Lopez, cuya micromanicura creada por Tom Bachik simplificaba muchísimo el diseño antiguo y conseguía un look mucho más discreto.

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