XUAN LAN, PROFESORA DE YOGA: "EL KARMA SIGNIFICA QUE SOMOS LOS CREADORES DE NUESTRO PROPIO DESTINO"
La vida es como un boomerang, esa herramienta de caza que una vez lanzada al aire, sino alcanza su objetivo, vuelve a su origen. Así, del mismo modo que este artilugio regresa al punto de partida, todo lo que hacemos, antes o después, encuentra el modo de regresar a nosotros.
Por tanto, todo lo que nos acontece (lo bueno y lo malo) es el resultado de nuestras propias acciones en el pasado. Esta teoría es la base de la doctrina del karma, la cual, según la gurú del yoga, Xuan Lan, determina nuestro destino en el próximo renacimiento.
El karma es la suma total de las buenas o malas acciones de una persona, incluidos sus pensamientos, palabras y acciones. Esto significa que el destino no está predeterminado, sino que depende de todas esas acciones, palabras y pensamientos propios.
Por tanto, tal y como afirma Xuan Lan en su último libro, La buena hija vietnamita (Grijalbo), "cada individuo tiene la responsabilidad de crear conscientemente un ciclo positivo de vida para preparar la siguiente".
"limpiar" el karma
El futuro, por tanto, se construye desde el presente. Ahora bien, la experta en bienestar insiste en que podemos manejar, en parte, ese porvenir mediante el karma, ejerciendo el control a través del comportamiento.
De hecho, mediante la meditación, el trabajo espiritual y el físico, y el buen comportamiento, es posible salir del mundo de sufrimiento en el que los budistas creen que vivimos, y alcanzar la iluminación o el nirvana.
En este sentido, estas son algunas de las propuestas de la gurú para "limpiar" el karma y así crear una vida futura en positivo:
- Sé agradecido por cada experiencia, tanto las buenas, como las malas.
- Actúa con compasión hacia todos sin importar lo que hayan hecho y deséales un buen karma.
- Revisa los motivos de tus acciones y asegúrate de que provengan de un lugar de amor hacia ti mismo y por los demás.
- Cuida tu actitud porque los pensamientos negativos crean energía de ira que se vuelve hacia ti.
- Cambia tus pautas de comportamiento conscientemente con lo que te gustaría recibir.
- Perdona. Perdonar puede ser lo más difícil de hacer, pero lo más importante para crear un gran karma. Perdonar es soltar la ira, la amargura y la frustración que albergas en tu interior.
Crea un karma positivo
Más allá de si creemos o no en la reencarnación, en el renacimiento o en el karma, hay algo que, sin duda, sí forma parte de nuestras creencias comunes: la ley de causa y efecto, la cual "nos puede inspirar a ser mejores personas y desarrollar buenas cualidades. Siempre me ha gustado pensar que soy responsable de mi vida y que puedo influir en las próximas haciendo el bien", apunta la experta.
Y es que, ¿no es mejor tomar las riendas de tu vida que dejarse llevar sin decidir cuál es el rumbo que quieres tomar? Bien, pues bajo la doctrina del karma integrada en el budismo, es posible.
El líder espiritual indio Sadhguru, dice en su libro Karma: "El karma significa simplemente que hemos creado el esquema de nuestras vidas. Significa que somos los creadores de nuestro propio destino. El karma consiste en que uno se convierta en la fuente de su propia creación".
Meditación en tu día a día
El libro (La buena hija vietnamita) incluye tres prácticas que pueden ayudar a crear un karma positivo: la primera, sobre el caminar consciente; la segunda, sobre la respiración profunda calmante; y la tercera, una meditación del amor benevolente.
La primera, el caminar consciente, es una forma de meditar que te traerá paz y serenidad y que podrás practicar donde y cuando quieras. En tu día a día, este caminar consciente y meditativo puedes llevarlo a cabo cuando tengas que tomar una decisión importante, si necesitas comprender y encajar tus emociones, por ejemplo.
¿Cómo se practica? Tan importante es la postura, como la actitud. Antes de comenzar, ponte de pie, con los pies separados para una mayor estabilidad y con los brazos en los costados.
- Siente cómo tu cuerpo se eleva verticalmente mientras notas el peso repartido en las plantas de los pies, como si fueras un árbol profundamente enraizado en la tierra. Las piernas están activas para sostenerte, pero sin bloquear las rodillas.
- La cabeza y el cuello están alineados con la columna.
- La mirada al frente y una pequeña sonrisa en los labios.
- Respira profundamente unas cuantas veces. Inhala por la nariz y aprovecha las exhalaciones para liberar tensiones en el cuerpo, la cara, la frente, la mandíbula, los hombros, el abdomen...
- Empieza a caminar siendo plenamente consciente de cada paso y de cómo se apoya el pie en el suelo.
- Cada vez que tu mente se aleje del ejercicio, date cuenta de ello y simplemente devuelve tu atención a las sensaciones que se desarrollan en las plantas de los pies.