EL 'SNACK' SALUDABLE EN FORMA DE GALLETAS SALADAS: SON ALTAS EN PROTEíNA Y APENAS NECESITAS 2 INGREDIENTES
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Unas galletitas saladas o crackers son perfectas para picar entre horas o para servir entrantes y untables. El problema es que este tipo de snacks no son tan saludables como parece, y muchos vienen con demasiados aditivos y conservantes, convirtiéndose en una opción a descartar. Por no hablar de las pocas opciones sin gluten que existen de estos productos.
Con la siguiente receta, compartida en el perfil de TikTok de (@jjcitysingluten), podemos hacer nuestras propias galletas saladas en casa, sin usar harina de trigo y con tan solo dos ingredientes. Consiste en sustituir la harina de trigo por garbanzos o harina de garbanzos. De esta manera, la receta no tendrá gluten y aportará una buena cantidad de proteínas, sin contener aditivos y conservantes.
Para hacer estas galletas saladas caseras necesitaremos harina de garbanzos, agua, sal y especias al gusto. Si quieres hacerla con garbanzos de bote o garbanzos remojados, también te compartimos las medidas a continuación.
Medidas con harina de garbanzos
El primer paso será mezclar dos tazas de harina de garbanzos, unos 270 gramos, con una taza de agua, unos 375 mililitros. Amasaremos bien y añadiremos la sal y las especias. Si necesitamos más agua, agregaremos más, dependiendo de lo que la masa requiera.
Medidas con garbanzos de bote o en remojo
Para emplear garbanzos en remojo o garbanzos de bote, la proporción será de 1:1, es decir, 100 gramos de garbanzos y 100 mililitros de agua, o 200 gramos de garbanzos y 200 mililitros de agua. Estos ingredientes, junto con la sal y las especias, los procesaremos con una batidora hasta conseguir una masa homogénea.
En ambos casos, habremos obtenido una masa manejable, que nos permitirá amasarla y cortarla con un molde o con ayuda de un cuchillo para dividir las porciones en cuadrados pequeños. El siguiente paso es hornear las galletas saladas unos 20 minutos a 200 grados, hasta dorar, depende del grosor de las galletas. O a 160 grados en la freidora de aire hasta que estén doradas. El resultado son unas galletitas crujientes, proteicas, saciantes y perfectas para picar entre horas o para acompañar con salsas y untables.
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